Entorno a la cerveza siempre ocurre algo… Todos podemos recordar historias, situaciones o encuentros que podrían haber tenido lugar en otras circunstancias pero que, casualmente, tenían cerca una cerveza.
Puede que la cerveza fuera la protagonista. Puede que tan solo estuviera allí por casualidad. Puede que, incluso, fuera de otro. Pero lo cierto es que una caña, un botellín, un tercio o un doble fueron testigos de algún momento importante en nuestras vidas. O de un acontecimiento vivido de forma singular. O, simplemente, de algo que, a pesar de repetirlo cada semana, esa cerveza lo hace especial.
En esta página pretendemos contar esas pequeñas cosas que cada día nos ocurren con una cerveza en la mano. Serán alegres, tristes, discretas o escandalosas pero nos habrán ocurrido a nosotros y seguro que a más de uno se le viene a la cabeza alguna situación parecida. Es lo que queremos. Recordar que, con lo diferentes que somos los unos de los otros, una cerveza siempre es fuente de sensaciones además de una buena excusa para reunirnos.
¿De dónde viene eso de “el primer trago”? De la eterna discusión entre aquellos que defienden que, hablando de cerveza, el primer trago siempre es el mejor y los que opinamos que dependerá de las circunstancias. No vamos a hacer un estudio pormenorizado de ambas posturas pero no estará mal descubrir que, de cualquiera de ellas, puede surgir una buena historia…