Aunque hay una enorme variedad de cervezas, ya sean por su color, sabor o aroma, podemos distinguir esencialmente las cervezas en dos tipos o estilos básicos: las cervezas lager, aquellas que se elaboran con levaduras que fermentan en el fondo de la cuba, y las cervezas ale, que son aquellas cervezas cuyas levaduras fermentan en la superficie de la cubeta. Por eso se diferencian y se denominan, bien de fermentación alta- las ale- o de fermentación baja- las lager-.

Otra de las grandes diferencias es que las cervezas ale fermentan más rápido a temperaturas que oscilan entre los 15º y 25º, mientras que las cervezas de tipo lager fermentan más lentamente entre los 5º y 9º.

Las cervezas ale pueden consumirse al poco tiempo de su fermentación mientras que las Lager deben almacenarse durante meses. De ahí su nombre. Lager significa “almacén” en alemán.

También la temperatura óptima para su consumo, distingue estas dos grandes familias de cervezas. Mientras que para degustar las Ale se recomienda servirlas entre los 12º y 18º, las Lager pueden consumirse mejor entre los 7º y 10º.

Las cervezas ales son más antiguas. Sin embargo, en la actualidad, las Lager son mucho más consumidas en el mercado.

También han ido apareciendo otras cervezas como las de fermentación espontánea, de las que hablaremos más tarde.

 

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