Carrilleras de ternera a la cerveza

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receta con cerveza

Carrilleras, carrilleras, carrilleras… Cerveza, cerveza, cerveza… Ya avisé de que quería estudiar la relación de estos dos ingredientes en varios platos. Después de las carrilleras de cerdo asadas a la cerveza y del guiso de carrilleras de cerdo a la cerveza hoy tocaba cambiar de animal. Tenía ganas de probar la ternera así que, prácticamente con la misma receta de las de cerdo, he hecho las de ternera.

Como ya dije, me estaba costando encontrarlas. Así que, al final, las encargué. Eso sí, menos cantidad porque, como me advirtió el carnicero, son más grandes. De momento va a ser el último plato de la serie pero, si me llega alguna otra opción, no descartaré hacer otra incursión en el «maravilloso mundo de las carrilleras»…

Dificultad: Fácil
Tiempo: 1 hora y 25 minutos
Comensales: 4

Ingredientes

  • 3-4 carrilleras de ternera (según tamaño)
  • 300 ml. de cerveza tostada
  • Tres zanahorias
  • Una cebolla y media
  • Un puerro
  • Medio pimiento verde
  • Medio pimiento rojo
  • Dos dientes de ajo
  • Una pizca de sal
  • Pimienta negra recién molida
  • Media cucharada de postre de pimentón picante (o dulce, según gustos)
  • Aceite de oliva virgen extra

Desarrollo de la receta

También en las carrilleras de ternera es importante terminar de limpiarlas antes de ponerse a cocinar. No sé si porque éstas tienen menos «telillas» o si es que el carnicero se portó mejor, pero poco he tenido que limpiar esta vez. Ya limpias, las salpimentamos y pasamos un poco por harina (hay quien prefiere no usar harina, otra cosa que es cuestión de gustos). Yo he utilizado una olla rápida así que, con un poco de aceite y fuego medio-alto, marcamos las carrilleras y las reservamos.

Ahora toca rehogar las verduras en ese aceite para lo que hay que bajar un poco el fuego. Si vemos que hace falta, añadimos un poco de aceite. Ya tenemos picadas las verduras así que las echamos para pochar. Como luego vamos a triturar la salsa, los trozos de las verduras no hace falta que sean muy pequeños. En el momento en el que vemos que están las verduras, echamos la media cucharada de pimentón y un poco de sal.

Mezclamos de nuevo e introducimos en la olla las carrilleras con todo el líquido que han soltado desde que las marcamos. Movemos un poco para que las carrilleras se mezclen con la verdura. Con unos cuatro minutos vale. Después, echamos la cerveza. Cubrimos las carrilleras con un poco de agua (otra opción es echarle caldo de carne). Es el momento de cerrar la olla. Hay que tener en cuenta que es ternera así que las dejamos 40-45 minutos.

Hay que comprobar que las carrilleras están tiernas. Aquí cambió un poco con respecto a las de cerdo (aparte de haberlas tenido unos minutos más). Sacamos las carrilleras y las hacemos filetes. En la misma olla, metemos la batidora y trituramos la verdura. Ya en filetes, volvemos a meter las carrilleras para pegarle un último hervor. Poco tiempo, cinco o diez minutos y con la olla destapada.

Miramos si hay que rectificar de sal y… ya están preparadas para dejarlas hasta el día siguiente. Como siempre, estos guisos es mejor prepararlos «de víspera».

Apunte del «cocinillas»

Comienzo por una de olvidos, como de costumbre. Esta vez lo que no tenía a mano era el pimiento rojo fresco… Lo que sí tenía era pimiento seco (parecido a la ñora o al pimiento choricero) así que lo eché a la cocción aunque no me he atrevido a mantenerlo cuando he pasado la salsa por la batidora.

Sigo con la salsa. Esta vez también se me ha quedado algo líquida así que le he pegado otro hervor. Además, había leído que la gelatina de la ternera ayuda a darle consistencia por lo que, como he comentado en el desarrollo de la receta, he cortado las carrilleras en filetes y he metido estos filetes unos minutos al final. Se cortan bastante mejor que las de cerdo aunque también la carne ha quedado tierna.

Lo de los niños es otra cosa. Aunque ya digo que, después de su paso por la olla, quedan tiernas y los nervios se han convertido en gelatina, alguno de los más pequeños puede quejarse de que «se le hace bola». Nada más lejos de la realidad. La carne queda suave y melosa.

Sigo en la elaboración con la cerveza tostada aunque ya he dicho que cualquier tipo de cerveza puede irle bien.