De todas las cervezas que existen en el mundo, unas de las más reconocidas y prestigiosas son las que conocemos como cervezas trapenses. En la actualidad son 14 las cervezas que pueden denominarse así. Son cervezas que se elaboran en monasterios trapenses pero no en todos porque de forma oficial solo se producen en 14 de los más de 170 monasterios trapenses que existen. Casi la mitad de ellos, 6, están situados en Bélgica pero también se fabrican en monasterios de Austria, Países Bajos, Italia, EEUU, España, Inglaterra o Francia. La única condición que tienen que cumplir es la de respetar los criterios que dicta la Asociación Internacional Trapense ( ATP ), de otra forma no podrán utilizar en sus etiquetas el verdadero logo ATP ( Authentic Trappist Product ). Viene a ser algo parecido, manteniendo las distancias, a la denominación de origen que conocemos aquí en España, con productos como el vino, el aceite o el jamón serrano.
Orígenes
Sus orígenes se sitúan en el Monasterio cisterciense de LA TRAPPE ( Holanda ). En 1665, el Abad de LA TRAPPE endureció las normas a la hora de fabricar cerveza. Los monjes a lo largo de la historia han fabricado cerveza para poder sobrevivir. Tenían una gran fama y por eso muchas empresas que no tenían nada que ver, etiquetaban sus cervezas como trapenses. Por eso, los verdaderos trapenses registraron sus marcas y crearon la Asociación Internacional Trapense.
Los tres requisitos importantes, básicos y necesarios para que puedan llevar el sello oficial son:
- La cerveza debe producirse dentro del monasterio o en las proximidades de la abadía
- Todo debe ser supervisado por la asociación
- Los ingresos serán usados para sufragar la vida de los monjes y los beneficios serán destinados a obras sociales.
Miembros de la Asociación Internacional Trapense
En la actualidad son 14 las cervezas trapistas. En 1997 , 8 abadías trapistas fundaron la AIT en Vleteren ( Bélgica ): Orval, Chimay, Westlvleteren, Rochefort, Westmalle y Achel en Bélgica; La Trappe en Holanda; y Mariawald en Alemania. En 2012, se unió Engelszell ( Austria ); en 2013 se unieron Zundert ( Países Bajos ) y Spencer ( EEUU ); en 2015 se une Tre Fontane ( Italia); y ahora también forman parte de la AIT Cardeña ( España ), Mount St Bernard ( Reino Unido ) y Mont des Cats ( Francia ).
Hay algunas curiosidades que no debemos olvidar. Mariawald lleva sin producir cerveza desde 1953, y pese a ser miembro fundador de la AIT, sus productos no llevan el logotipo de la asociación, pero sí pueden comercializarse con el sello trapense.
Además, la Abadía de Monts des Cats, en Francia, es considerada una trapista más pero oficialmente no tiene el certificado ATP porque no cumple con todos los requisitos. Sus instalaciones fueron destruidas durante la 1ª Guerra Mundial y ahora fabrican sus cervezas en el Monasterio de Scourmont ( Chimay ) y es por eso que no puede adquirir el Certificado oficial.
Estilos de cerveza trapense
Todas las cervezas que se fabrican en estos monasterios son de fermentación alta. Suelen ser tipo dubbel, tripel e incluso quadrupel. Su formato es en vidrio, en botella, y suelen ser de alta graduación alcohólica. Luego, cada cerveza, cada marca, tiene sus características. Por ejemplo, Westlveteren no etiqueta sus botellas. Chimay etiqueta sus botellas con colores diferentes dependiendo de la graduación. Chimay no es partidario de cambiar mucho sus etiquetas; solo las diferencia el año en que se producen.
Si alguien visita estos monasterios, también puede encontrar lo que denominan cerveza Patersbier ( para los padres), que suele ser más suave y que solamente se puede consumir dentro del monasterio.
Lo que sí que es seguro es la gran calidad de estas cervezas. Si tenemos la suerte de tener una botella trapense entre nuestras manos, recuerda que es una cerveza diferente, con encanto, y hecha para saborearla tranquilamente en una velada con los amigos. Cada monasterio tiene su forma de fabricación y sus secretos que hacen que cada cerveza sea una mundo a explorar. En próximas entregas, iremos conociendo una a una todas las cervezas y monasterios trapenses. Larga vida a la cerveza. Larga vida a los monjes.