Beer Brothers: «La cerveza es mi pastor… nada de fanta».

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beer brothers tienda de cervezas

Como si de la más sagrada liturgia se tratara, todo el que entra por la puerta del local situado en la calle de la Fuente, número 25, hace lo mismo. Después del afectuoso saludo, con las medidas de seguridad adecuadas, se dirigen hacia una de las paredes. La de la izquierda. En ella, una tras otra, están las fotos de las 125 personas que componen la Hermandad. Justo delante de su retrato, cada uno tiene su copa.

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Hoy es viernes, entorno a las dos de la tarde, y saborear una cerveza fresca en buena compañía es lo que los lleva allí. Van entrando poco a poco. Hoy no son muchos. Fernando, Toni… hasta quince o veinte han ido entrando. Después de coger su copa, se dirigen hacia la nevera y eligen la cerveza. En el refrigerador hay unas cuantas de los estilos más variopintos y siempre tienen pinchados un par de barriles para el que prefiere grifo. En general, lo tienen claro, aunque siempre hay alguno que pregunta. Para eso está Nando, el alma mater de la Hermandad. Según alguno de los que allí está, tiene la costumbre de acertar con lo que quieren. Nando, que ya nos ha sacado una Mi Hermanita, nos los va presentando.

Estamos sentados con él hablando del local, de AMTEC (Asociación de Tiendas Especializadas en Cerveza), de la Hermandad y, por supuesto, siempre de cerveza. Lo primero que ha hecho, casi sin preguntar, es abrir un par de botellas de su tesoro más preciado, la cerveza de la Hermandad. Mi Hermanita es una IPA (APA) con lúpulos americanos, olorosa, frutal y muy bebible que empezaron a hacer en el 2016 y ya llevan 11 elaboraciones. En ese 2016 hicieron 500 litros y ahora no bajan de 5000 cada vez que se van a fabricar a Arriaca. “Y no nos duran ni 2 meses” comenta Nando orgulloso.

club de la cerveza collado villalba

Pero, con ser el bien más preciado que tienen, la Mi Hermanita no es de lo que más orgullosos se sienten. Lo más importante en esta selecta peña, lo que más cuidan, es la amistad y el buen ambiente entre los Hermanos. Algo que traspasa a quien, no siendo “de la casa”, se presenta allí. Nando nos lo cuenta, pero nosotros lo hemos visto. Cada uno de ellos que iba entrando, amén de coger su copa y su cerveza, tenía un comentario para los que por allí estábamos. Conocidos o no, cualquiera podía entrar en la conversación. La pena es que este viernes Lula, una de las principales artífices de Mi Hermanita, no ha podido traer la olla que habitualmente cocina para acompañar la cerveza. Una lástima… pero la charla se alarga hasta pasadas las tres de la tarde.

Munich

Desde 2013 llevan haciendo esto. Disfrutar de la cerveza en compañía y en forma de asociación. Primero empezaron tres, después de un viaje al Oktoberfest de Múnich. Estos tres se convirtieron en once el primer mes y ya son 125 los Hermanos que se reúnen en esta peña de Collado Villalba. Por temas administrativos y logísticos no quieren crecer más pese a que ya hay una importante lista de espera para pertenecer a los Beer Brothers. Aun así, son la Hermandad cervecera más grande de España, la tercera de Europa y la sexta del mundo.

Fieles a la tradición, y para mantener vivo el espíritu con el que nacieron, todos los años el tercer fin de semana de septiembre preparan las maletas. Su destino es el bosque de Santa Teresa de Múnich. Y su intención… contribuir, dentro de lo razonable, a que se acaben los 8 millones de litros de cerveza que se suelen beber allí durante los 17 días que dura el Oktoberfest. El año pasado, por “el puñetero virus” no se celebró y se quedaron sin viaje. El anterior, 44 Hermanos estuvieron en el privilegiado lugar que les reserva la organización, año tras año, en la carpa principal.

club de la cerveza collado villalba

Los viajes son otro de los atractivos de la Hermandad. (En 2020 esos viajes se tuvieron que suspender). Además del obligado paso por Múnich de septiembre, todos los años se organiza algún otro desplazamiento. Por supuesto, lo importante del viaje es la cerveza y todo lo que tenga que ver con ella. Aprovechan para conocer las ciudades y las fábricas pero una buena parte del tiempo la dedican a probar nuevas cervezas. Incluso las ya conocidas pueden no saber igual que cuando se las beben en España.

Momentos inolvidables

Hablando de los viajes, y viendo alguno de los álbumes, a Nando le brillan los ojos. De repente, y sin explicación aparente, se encuentra contándonos el motivo por el que la Inmaculada Concepción es patrona de la Infantería española. «En el monte de Empel (en una pequeña isla holandesa) los tercios españoles se encontraban sitiados por las tropas holandesas después de la toma de Amberes. Cuando empezaron a cavar las trincheras encontraron una imagen de la Virgen… Nosotros estuvimos allí. Descubriendo la Historia de España».

Una buena forma de ampliar cultura. Adquirir conocimientos de la Historia de Europa a partir de la Historia de la cerveza. Y también muchas anécdotas y grandes momentos. Entre ellos, Nando destaca el momento, en un Oktoberfest, en el que bebió de la jarra de una peña valorada en 1.200.000 euros. Una jarra legada de padres a hijos por un total de 34 generaciones. Y no es la más cara… (existen dos jarras en el mundo que han sido heredadas por 37 generaciones).

club de la cerveza collado villalba

Distinto, pero también envidiable, fue otro momento que vivió en Schneider, la cervecera que, después de ser bombardeada en la Segunda Guerra Mundial, tuvo que desplazarse a 140 kilómetros de Múnich. Allí, la felicidad no vino de la cultura precisamente… “¿Sabes lo que se siente bañándote en cerveza? No sabes si bebértela o… ahogarte”. “Mi mujer me decía, sécate. Yo no quería secarme…”. Es lo que pasa cuando te puedes meter en un fermentador de 35.000 litros de cerveza. Había bastantes menos pero alguno se podía bañar allí y se bañó.

El próximo ya está en proyecto. Cuando las condiciones sanitarias lo permitan, se meterán en un tren toda la noche hasta Lisboa. Seguro que los Hermanos se toman unas cervezas mientras cenan y luego a dormir y coger fuerzas. Tres días en Lisboa con el mismo plan de todos sus viajes. Conocer la ciudad, explorar su historia y, sobre todo, entender a sus gentes a través de sus bares y sus fábricas de cerveza. Suena a viaje perfecto.

El concepto es increíble. La ejecución perfecta (o casi perfecta). En el Santuario de la cerveza la idea nos ha encantado. Sólo le hemos encontrado una pega a esta Hermandad… a nosotros también nos han dejado en la lista de espera para entrar.