ANTONIO ALAMEDA junto a su socio Andrés son las cabezas visibles de este bonito proyecto. Todo empezó allá por el año 2012 cuando los dos amigos empezaron a elaborar cerveza de forma casera. Sus primeras recetas eran para consumo personal y para que los amigos pudieran disfrutar de ellas. Cinco años después decidieron crear una empresa para dar a conocer sus cervezas a todo el mundo. Dejaron sus trabajos para dedicarse cien por cien a su hobbie: elaborar cerveza. Hoy conocemos un poquito más el proyecto de esta cervecera madrileña.
El santuario de la cerveza: La primera pregunta es clara, ¿cómo y cuándo surge Cerveza Damas?
Antonio Alameda: CERVEZA DAMAS surge en el año 2017, en un viaje a Australia. Mi socio y yo hacíamos cerveza en casa y nos planteamos vivir de un hobbie que nos gusta. Hicimos un plan de acción y en 2018 formamos la empresa. Al principio, compaginamos nuestros trabajos pero el punto de inflexión fue cuando llegó la pandemia. Ahí, curiosamente, decidimos dejar nuestros trabajos y a raíz de todos los pedidos online que tuvimos y que nos hicimos fuertes en el barrio, decidimos ir hacia adelante con el proyecto.
SC: Un momento arriesgado lanzarse al mercado al inicio de la pandemia, ¿no?
AA: Sí. Fue una apuesta que hicimos porque la decisión era o cerramos o lo damos todo. Y lo de cerrar estuvo cerca porque con lo de la pandemia el tema era muy incierto. Daba miedo salir a la calle y se pasó miedo en esa época de confinamiento. Nosotros mismos hacíamos los repartos y era increíble ver Madrid sin nadie prácticamente. Era como una película de terror. Fue una experiencia bonita porque cuando llegabas a las casas, la gente estaba deseando tocar tu mano y ese mes lo vivimos con mucha humanidad. Porque fuimos muy conscientes de lo mal que lo estaba pasando la gente.
SC: Cuando elaboráis vuestras cervezas, ¿qué criterios seguís a la hora de elegir un estilo u otro?
AA: Hacemos un poco de todo. Alguna vez hago yo la receta; otras veces elabora Andrés, mi socio, incluso, «engañábamos» a amigos y hacíamos otros tipos de recetas diferentes, más suaves. No había ningún orden predefinido. Hacíamos IPAS o Russian Imperial Stout, porque antiguamente, aquí, cervezas negras no había muchas. Todo lo que eran cervezas oscuras o con mucho lúpulo, no había casi nada.
SC: ¿El origen de DAMAS, de dónde procede?
AA: Pues del viaje a Australia que hicimos… éramos 4 amigos que se reunieron para viajar a Australia y allí nació el nombre. Cada uno vivía en una parte del mundo: uno estaba en China, otro ya vivía en Australia y Andrés y yo fuimos desde España. Nos fuimos con nuestras parejas y un día de brain storming, con una cerveza en la mano, surgió el nombre de DAMAS. Y con ese nombre nos quedamos.
SC: ¿Cual es la filosofía de DAMAS?
AA: Un poco lo que estamos viviendo; la vida son 4 días y lo que hay que hacer son cosas que te hagan feliz. Si tú puedes ser capaz de vivir de tu hobbie, sería ideal. Porque al final, todo el mundo trabaja por obligación. Si tú tuvieras un millón de euros no trabajarías. Nosotros intentamos transformar nuestro hobbie en una manera de vivir.
SC: ¿Hay un antes y un después de la pandemia en el mundo de la cerveza artesana?
AA: Para nosotros sí. Es verdad, que al ser tan pequeñitos, cada seis meses vivimos puntos de inflexión. Pequeños eventos que nos hacen crecer y dar un salto cuantitativo en la empresa. El tema del confinamiento, al principio, lo vivimos con mucho miedo, con mucha incertidumbre como todo el mundo. Lo que he comentado al principio: no sabíamos si cerrar la empresa o apostar todo por nuestra idea. Y decidimos tirarnos a la piscina y nos empezamos a dar cuenta de todas las posibilidades que tiene este mundo. Nunca pensábamos estar donde estamos ahora. Pero es que estoy seguro que dentro de un año vamos a vender más litros de cerveza y vamos a estar en más sitios presentes. O no, nadie lo sabe, pero creemos que con nuestra pasión y por situación de mercado, estamos en un momento para hacer grandes cosas.
SC: ¿Tenéis fábrica propia o sois nómadas?
AA: Somos nómadas. Las Lager las fabricamos en Aranda de Duero, con MICA. Allí hacemos La Rubia de Suanzes, La Rubia de Prospe y La Rubia de Salamanca, que son nuestros tres barrios. Y luego, las ALES, las elaboramos en VULTURIS, en Guadalajara: la Yanis, que es la IPA, la Koh Tao, que es la Tropical Pale Ale, y la Indómita que es la de trigo sin gluten.
SC: Es decir, 6 referencias fijas en vuestro portafolio. Y además, tenéis ediciones limitadas…
AA: Sí. Ahí, es un poco lo que comentábamos antes de nuestra filosofía de barrio. Si queremos fomentar esa idea, una cosa fundamental para nosotros, es colaborar con la gente del barrio. Siempre estamos intentando ver de qué manera podemos ayudar al pequeño comercio o las asociaciones del barrio. Entonces, los primeros que llamaron a nuestra puerta fueron Asociación Pauta que es una Asociación que trabaja con chavales con autismo.
Y cuando empezamos a trabajar con ellos, nos dimos cuenta que son chavales tan aptos como tú o más. Porque, a lo mejor, tienen ciertas carencias en algunas funciones, pero en otras son súper creativos y lo hacen mucho mejor que tú. Parte de los beneficios, los donamos a la Asociación, lógicamente. Y estas Asociaciones buscan ayudar a toda esta gente. Queremos dar visibilidad a todas esas personas que tienen alguna discapacidad y que puedan desarrollar su vida laboral en una empresa como lo hacemos tú o yo.
SC: Además de colaborar con Asociación Pauta, habéis lanzado la V Edición del Club de la Mujeres (In) Visibles.
AA: Sí, además es una cosa que valoramos si sacar una o dos ediciones cada año o sacar cada menos tiempo. Y al final, lo que buscábamos era dar visibilidad a todo el mundo artístico de la mujer. Habitualmente es un hándicap lo de la parte gráfica. No me voy a inventar veinte mil etiquetas y con estas chicas lo tenemos todo solucionado. Podríamos sacar ediciones cada mes. Hacen un trabajo espectacular. Y el tema cultural, artistas, músicos, etc., tienen un talento increíble. Hay un trabajo detrás de muchas horas. Igual que la cerveza es cultura cervecera, todos estos artistas anónimos forman parte de la cultura de este país. Y hay mucho sacrificio y mucho trabajo.
SC: Cada vez se la da más importancia a las etiquetas; la gente no solamente se fija en la cerveza sino que también presta atención a lo que hay detrás de la botella.
AA: Sí. Además te das cuenta de que es mucho marketing; porque al final… por poner un ejemplo, Península, Laugar, por citar alguna… pones un cervezote como la copa de un pino y a lo mejor, si la etiqueta es fea, la gente piensa que la cerveza no es para tanto. Hay cervezas caseras muy buenas pero no tienen etiqueta y no se conocen tanto. Por desgracia, la etiqueta hace mucho. Es un tema muy complejo. A mí me gustaría sacar una cerveza cada mes como hace Península o Garage pero es complicado porque tienes que tener un tío solamente dedicado a etiquetas.
SC: Comentas que hay cerveceras que sacan cervezas cada mes ¿no se corre el riesgo de saturar el mercado?
AA: Tienen su público. Es una estrategia. Si ves el precio de esas cervezas, es un tema de márgenes. Sabes que vendiendo 5 mil cervezas de esas, ganas lo mismo que sacando 50 mil de las otras. Son cervezas más caras porque también estás pagando el diseño. A nivel empresarial, estás metiendo en los costes el diseño de la etiqueta. Muchas cervezas tienen ese precio porque tienes que repercutir el precio de tener que estar sacando una cada mes. Y no sólo pensando ya en la receta, sino en la propia etiqueta. Una cerveza de 8 euros no es que los materiales en sí cuesten 3 veces más que las otras más normales, sino que estás pagando la edición limitada. Nosotros, siendo nómadas, no podemos hacer esto, pero insisto que estas cervezas tienen su mercado.
SC: Hablando de Ediciones Limitadas; en plena pandemia sacasteis al mercado una cerveza con la imagen de Isabel Díaz Ayuso ¿cómo surge la idea?
AA: Sí, La Caña de España. Fue un poco por los hosteleros. Sin meternos en política, suena a tópico, pero no queríamos meternos en política y los hosteleros siempre nos decían lo contentos que estaban en comparación con otras Comunidades. Nos han llamado de otras Comunidades dándonos las gracias y sintiendo envidia sana de cómo se vivió la pandemia aquí en Madrid, en el tema de la hostelería.
Es verdad que fue una apuesta arriesgada. Lo pensamos mucho y al final decidimos sacar esa cerveza en apoyo a los hosteleros. Y no pensamos que iba a tener la repercusión que tuvimos… se nos acabó la cerveza en pocos días. Al final, lo que la gente compraba era la etiqueta. Daba igual la cerveza; la podíamos haber llenado de agua (risas); no creo que en un futuro cercano tengamos ese boom y mira que no quisimos hacer mucho marketing. Fue un poco el boca a boca que algunas veces es lo que mejor funciona. No invertimos un duro en marketing. Fue un éxito total.
SC: Primero Prosperidad, luego Suanzes, ahora Salamanca… ¿ cuál es el siguiente?
AA: Pues no lo sé. Pero si lo supiera no te lo diría tampoco.
SC: Lo suponía, pero había que intentarlo; ¿tenéis algo ya pensado? O de otra forma, ¿cómo elegís los barrios?
AA: Estos son los nuestros. Ahora mismo, somos dos socios y una empleada y estos son nuestros tres barrios. El cuarto ya va a ser un poco más estrategia… tenemos en mente varios barrios. Lo que pasa es que cada uno tiene sus pros y sus contras. La zona Centro es muy atractiva, Chamberí, pero también me encanta Hortaleza, Vallecas… mis abuelos son de ahí, y yo me he criado en Hortaleza. Al final hay tantas opciones… No sabemos a día de hoy, nuestro objetivo es crecer en nuestros barrios. Que nos conozcan bien, que el 100% del barrio sepa que Antonio y Andrés son la cerveza de Prospe, que están en Salamanca y que están en Suanzes.
SC: Además, son cervezas muy bebibles como nos has comentado antes.
AA: Sí, aunque cada receta tiene su toque. En Salamanca el público es más generalista porque a lo mejor, hay más gente los fines de semana por la calle Goya, la gente va a la zona centro de compras y está más acostumbrado a sabores más generalistas. En Prospe hay un rollito más de la movida madrileña.
SC: ¿Qué capacidad de producción tenéis en la actualidad?
AA: Al ser nómadas, lo que queramos. La Prospe es la que más vendemos y estamos fabricando alrededor de unos mil quinientos litros al mes. Litros totales, aunque seamos pequeñitos todavía, unos dos o tres mil litros al mes en total. Porque Suanzes es una zona más de empresa que está de capa caída ahora y no se vende mucho. Salamanca estamos empezando ahora y Prospe es ahora mismo nuestro buque insignia. Y las artesanas, cuesta; una IPA o una Trigo, todavía la gente es reacia. Nuestras Lager van más a volumen y las otras van destinadas al público más cervecero.
SC: ¿Cómo valoráis el boom de la cerveza artesana?
AA: Muy positivamente. Y de hecho, estamos viendo la punta del iceberg. Los que llevamos varios años en este mundillo y cuando empiezas a viajar y conocer otras cervezas del mundo, te das cuenta de que aquí nos tenían engañados. Aquí solo encontrabas Mahou o Estrella Galicia. Y te das cuenta que en el mundo cervecero hay muchos matices. Le dices a la gente que hay cervezas ácidas, las Sour, y alucinan. Yo creo que el mundo de la cerveza tiene más abanico que el mundo del vino. Con las cervezas estamos viendo la punta del iceberg.
SC: Hay gente que opina que las cervezas artesanas son caras ¿qué les dirías como experto?
AA: Yo siempre respondo que la cerveza artesana es buena. Por poner un ejemplo, el jamón ibérico. Hay jamón serrano y jamón ibérico; uno cuesta 20 euros el kilo y otro cuesta 100 euros el kilo. Los dos son jamón, pero no es lo mismo. Claro que es cara, pero como todo lo que es bueno. Es una ecuación al final. Si no tienes volumen…
Hay tres factores: volumen, calidad y precio. Entonces depende de a quién quieras dirigirte, pues tienes que jugar con esas variables. Lógicamente, la economía a escala te hace abaratar costes y puedes mantener la calidad y aumentar tu margen o bajar precios. Pero es una ecuación que es imposible. Mahou no puede hacer una cerveza con la calidad de una artesana al coste que están fabricando ahora.
SC: Para los cerveceros, la pregunta del millón, ¿cuándo una carta de cervezas en los restaurantes?
AA: Cada vez van apareciendo más restaurantes con carta de cervezas. Ahora con los QR, creo que va a ser más fácil porque al final un PDF es relativamente sencillo y barato. Se está hablando mucho con los hosteleros para ese tipo de iniciativas y llevarlas en conjunto. Y nos viene bien que las industriales hagan otros estilos como la IPA de Mahou. Ahora, hay mucha gente que ya sabe lo que es una IPA y en eso las industriales tienen mucho que ver.
«La vida son 4 días y lo que hay que hacer son cosas que te hagan feliz.»
SC: Porque las grandes marcas ven que ahí también hay un mercado, ¿no?
AA: Sí, y eso es como todo; parece que si no sales en la tele no eres nadie. Por eso también las grandes marcas están comprando a las pequeñas porque para ellos es más fácil comprarlos que luchar contra ellos. Muchos hosteleros además empiezan por ese feeling de comercio local o proximidad. A medida que te van conociendo, confían más en tus cervezas.
SC: Novedades, nuevas cervezas para un futuro, algún estilo que os gustaría elaborar.
AA: Hombre, la Russian Imperial Stout es algo que queremos sacar. Cervezas sin alcohol o con una graduación baja; NEIPAS también hemos pensado pero creo que llegamos tarde. Depende mucho de la moda, por eso yo creo que este año van a volver las IPAS de toda la vida, más sencillas y normales. Nuestra Janis, cuando la prueba la gente, lo dicen, «es que ésta es una IPA normal y corriente». Porque la gente está ya saturada de NEIPAS y de cosas raras; y a mí me encantan pero hasta yo mismo me he saturado. Son cervezas muy sobrecargantes.
SC: Un sueño o un objetivo para este próximo año.
AA: Seguir creciendo constantemente y que nos sigan conociendo porque tampoco aspiramos a más de momento. Ojalá diéramos el pelotazo pero siendo realistas, siendo nómadas y con los costes que tenemos, pues con que nos conozcan muy bien en nuestros barrios y también en todo Madrid, estaríamos contentos.
SC: ¿Idea de tener fábrica propia?
AA: Sí, la idea está ahí. Yo creo que todos queremos tener un Brewpub. Es el sueño de todo cervecero; algo como Mad Brewing o Fábrica Maravillas. Es un modelo de negocio que nos gustaría hacer. Fábrica como tal, no lo sé. Cuando nos juntamos para hacer la cerveza 7 estrellas, los que tienen fábrica nos decían que tenemos una ventaja porque las fábricas hay que mantenerlas y nosotros sin embargo no tenemos ese coste. Tiene sus pros y sus contras. Es una cosa que tenemos en mente pero tampoco nos quita el sueño.