País/Origen | España / Cantabria |
Tipo | Pilsen |
Color | Dorado |
Espuma | Blanca / Fina |
Aroma | Malta / Pan |
Graduación | 5% |
Temperatura | 3-7º |
Vaso adecuado | Pilsen |
Formato | Botella 33 cl |
Maridaje | Pescados a la plancha |
Fabricante | Dougall's |
Página Web | www.dougalls.es |
Historia / Curiosidades
Desde Liérganes, Cantabria, llega a nuestros hogares la cerveza DouGall’s, cerveza que nace allá por el año 2006 gracias a la pasión por la cerveza de Andrew Dougall, antiguo editor, nacido en Londres, y que un buen día perdió un barco en Santander y acabó instalándose y enamorándose de Liérganes. Desde entonces ha ido creando receta tras receta hasta convertirse en un referente en el panorama craft.
El nombre de la cerveza, RAQUERA, tiene una historia peculiar. En el siglo XIX,un grupo de niños marginales frecuentaban los muelles del puerto de Santander, y sobrevivían de pequeños hurtos que hacían a los marineros visitantes. El origen del nombre proviene del inglés Raquers, apelativo puesto por los tripulantes de barcos ingleses a esos niños que se dedicaban a robar a todos aquellos que llegaban a tierra desde el mar.
Además, también es muy interesante conocer la leyenda que existe en Liérganes sobre El Hombre Pez.
A mediados del siglo XVII en el pueblo de Liérganes, en Cantabria había una pareja, Francisco de la Vega y María de Casar, que tenían cuatro hijos. Francisco falleció y la viuda mandó a su hijo Francisco a Bilbao a aprender el oficio de carpintero.
Estando en Bilbao, Francisco se fue a nadar el día antes de San Juan, con unos amigos pero llevado por la corriente, éste desapareció y no se volvió a saber más de él. Cinco años después de la desaparición, unos pescadores afirmaron ver en Cádiz a un ser acuático pero con apariencia humana que desapareció rápidamente. Esta aparición se repitió constantemente hasta atrapar a la criatura con trozos de pan y unas redes. Una vez capturado pudieron constatar que se trataba de un hombre, con escamas y forma de pez.
Entonces fue llevado al convento de San Francisco donde fue interrogado para saber de quién se trataba y al cabo de un tiempo consiguió tartamudear una palabra: «Liérganes». Nadie sabía que significaba, hasta que una persona de Cantabria que estaba trabajando en Cádiz, comentó que en Cantabria había un pueblo que se llamaba así. También Domingo de la Cantolla, secretario del Santo Oficio de la Inquisición, confirmó dicha afirmación ya que él era de allí.
Juan Rosendo, un fraile del convento, acompañó a Francisco hasta Liérganes para comprobar si era cierto que era de allí y a la altura del Monte de la Dehesa, Francisco se adelantó y fue directamente hasta la casa de María de Casar, que rápidamente lo reconoció como su hijo.
Ya en casa de su madre, Francisco vivió tranquilo sin mostrar ningún interés por nada. Iba descalzo y a veces desnudo y no hablaba apenas. A veces estaba varios días sin comer. Después de nueve años en casa de su madre, desapareció en el mar sin volver a saberse nada sobre él.