Éxito, pese a la lluvia, de la Primera Feria de la Cerveza Artesana de Otero de Herreros

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En prácticamente todo el país hemos pasado un fin de semana plagado de tormentas. La provincia de Segovia no ha sido un excepción y el agua y el aparato eléctrico no han dejado de estar presentes estos días. Pese a ello, la pequeña localidad de Otero de Herreros tenía, ayer sábado, una cita con la cerveza. Era su primera Feria de la Cerveza artesana y no podían renunciar a ella. Así que, ante grandes males, grandes remedios… lo que se iba a celebrar en la pradera de la Virgen de la Adrada pasó, en unas horas, al pabellón de la localidad segoviana.

Después de algunas carreras y mucho trabajo, los cerveceros montaron sus grifos y neveras dentro del pabellón, a salvo ya del molesto agua que amenazaba fuera. La gente del ayuntamiento y los músicos que amenizaron la tarde también ayudaron. De esta forma, a las siete de la tarde ya estaban instalados los puestos de cuatro de las cerveceras artesanales más importantes de la provincia 90 Varas, Vamos a Beer, Maltman y Octavo Arte.

Poco después de las siete empezaba a entrar la gente. Los grifos se ponían a tirar cerveza y la charanga El Boquerón entonaba las primeras canciones. Todavía con los últimos arreglos en los puestos de las cerveceras pero ya probando las primeras cervezas de la tarde se podía notar el buen ambiente. Los de la charanga ayudaban, y mucho, a olvidarse de la lluvia de fuera. En el pabellón también empezaba a olerse lo que sería un gran acompañamiento de la cerveza. De llevar la mejor comida se encargaron Panadería Juan Sanz, Merche’s Galletas y Alimentación La Gloria. Los mejores productos segovianos sirvieron para reponer fuerzas durante la ya tarde-noche.

Pasadas las nueve empezaban a cantar los miembros del El Canto del Bobo. Sin dejar de probar cervezas, y con la tripa bien servida, tocaba bailar (el que quiso) o escuchar la mejor música tranquilamente sentado en alguna de las sillas y mesas desplegadas por el pabellón.

En definitiva, los asistentes pasaron una gran tarde. Comieron bien, escucharon buena música y probaron las mejores cervezas de la provincia. ¿Se puede pedir algo más?