El pasado jueves, día 10 de septiembre, LA SALVE celebró el comienzo de la cosecha de lúpulo en esta temporada de 2020. Lo hizo con un evento retransmitido en streaming desde la plantación de Cirueña, en La Rioja. En estas parcelas, de 8 hectáreas, la cervecera vasca recolecta el lúpulo para elaborar la emblemática Kilómetro cero en sus diferentes variedades.
Las variedades cultivadas en esta plantación cercana a Santo Domingo de la Calzada son Nugget, Eureka y Apollo. Según uno de los agricultores responsables del cultivo, este año la cosecha ha dado un lúpulo «muy sano y de calidad». Y es que las condiciones climatológicas han sido excepcionales con hasta un 40% más de precipitaciones que un año normal.
Desde LA SALVE insisten en su compromiso con el entorno y con las materias primas cercanas. Eduardo Sáiz Lekue, promotor de la compañía vasca, afirma que la totalidad del lúpulo que utilizará LA SALVE para su fábrica de Bilbao, será de La Rioja gracias al acuerdo firmado en noviembre de 2019 con Hopsteiner, el principal comercializador de lúpulo en España. De la misma manera, gracias a un convenio con Intermalta hace ya cuatro años, toda la cebada que se utiliza, procede de Álava
Un acuerdo que crece en importancia año a año. Si en 2017, La Salve utilizó alrededor de 410.000 kilogramos de cebada cultivada en Álava, dos años después, en 2019, la cantidad malteada se duplicó alcanzando los 950.000 kilos de cereal.
La fábrica de LA SALVE en Bilbao cumple ahora 2 años y ese plan, que comenzara con una inversión de 1´8 millones de euros, se ha convertido ya en el mayor centro productivo de cerveza de la región. Un proyecto guiado por el centro tecnológico AZTI para primar la innovación y llegar a una fábrica con cero emisiones.
